Las bromas me las hago yo. Hoy cumplo 50 años y no es el momento de hacer una reflexión demasiado exigente del tiempo discurrido, porque si nos ponemos a valorar lo que serían éxitos, retos y demás mierdas, la verdad es que nos quedaría un texto bastante poco lucido. Fracasa, fracasa otra vez, fracasa mejor. Madurar es el fracaso. Hoy cumplo 50 años con la sensación de que al menos hemos llegado a los 50 con más o menos el mismo estado de ánimo que se supone que uno tiene con una edad menor y eso creo que es bueno. Para mí. Pero sé que es malo para casi todo lo demás. Tener 50 años ya no es tener casi 50 años y dentro de nada entrarás... no, ya no entrarás, ya estás. Pero me he guardado una bala. Amigos y amigas, justo cuando todos os comenzáis a plantear la retirada, el repliegue, comenzar a cuidar una cosa o la otra, justo cuando estamos repasando en el grupo de wasap las cosas que tenemos y que no teníamos, las presbicias, las cosas del pipi, movidas con las tensiones, esa espalda que parece que, qué has dicho que no te oigo bien, todos los dientes renqueando, las rodillas con aquello, el pelo y el poco pelo y la frente ancha y la mirada limpia y la mañana radiante. Justo cuando todo eso comienza a llegar, justo cuando todo eso nos obliga a reconsiderar objetivos y acciones, estrategias y posibilidades, los putos retos y toda esa mierda, justo cuando empezamos con todo lo que nos dice que todo esto se termina, entonces llego yo y hago lo siguiente: me voy a convertir en padre. Ahora que es el momento de recoger los frutos de una vida, cuando hay que gozar del esfuerzo de años y, todavía con cierta plenitud apurar esos fines de semana de vermut / escapadita, justo en ese momento en el que la rutina y la camiseta de ACDC nos acecha, es cuando la vida me ofrece una nueva pelota de partido. Es lo que se llama en el argot de no se qué grupo humano, pero es el argot que utilizo y que yo me entiendo, es lo que se llama digo jugar al espacio. Así, despistando la movida, moviendo los cubiletes y escondiendo la bolita, ahora que os vais, justo cuando se encienden las luces de la discoteca y nos dicen que nos tenemos que ir, justo en ese momento llego yo y me convierto en un nuevo querubín, en alguien con un propósito, justo cuando la vida apesta a fracaso, llego yo y me presento a una convocatoria que todos creían caducada. 50 años, el padre más viejo de todos. 50 años, el señor mayor que está sentado allí esperando a qué. 50 años, el señor anciano que está viendo como su hijo se descalabra en el parque y no puede reaccionar. 50 años, el señor mayor que se quedará dormido mientras su hijo hace yoquesé. 50 años y todo por descubrir. ¿No es maravilloso? ¿No os he dicho que las bromas me las hago yo? La movida va por un lado y yo me desplazo en sentido contrario, como cuando jugaba al fútbol de pequeño y evitaba por todos los medios posibles estar en el meollo, siempre fuera, solo, pidiéndola. Ahí sigo, 50 años después. Un señor mayor mirando a la vida con los mismos ojos con los que me hicieron la foto aquella en El Botijo en el bautizo de la Vanessa y monté un pollastre de mil demonios. Esa foto no ha salido, pero es la foto. Con la misma actitud de poca voluntad y menos entusiasmo. Ahí voy. Cuidado.
Civilización o Barbarie
lunes, 26 de mayo de 2025
Señor Mayor
viernes, 23 de mayo de 2025
Omar and Cedric: If this ever gets weird
Yo no he escuchado en mi vida The Mars Volta, hulio. Ni siquiera a At The Drive In. Ni mucho menos otros proyectos como De Facto. Pero mi natural curioso y aventurero me ha empujado a ver este documental sobre una pareja creativa que se lanza a contar su historia sin demasiados tapujos y cual ha sido su proceso desde que eran unos jóvenes punkarrillas hasta ser algo así como una referencia musical que yo no controlo. Porque no lo controlo y porque además, todo sea dicho, en este documental sobre unos músicos, lo que es profundizar mucho en la música, no me parece que se profundice. Creo que se dan muchas cosas por sabidas de lo que es y de lo que son estos grupos, estas bandas, estas dos cabezas, en cuanto a qué música hace At The Drive In y qué música hace The Mars Volta y, para el neófito como es mi caso, todo queda en conciertos donde Omar se mueve espasmódicamente o tiene malos rollos con el público y movidas o bien las contorsiones de un Cedric que va cambiando de banda pero no parece que cambie de registro. Salvo en algunas imágenes de conciertos del final de la andadura de esta banda, no final, sino de los tiempos recientes, en los que las canciones parecen canciones y de algo que a veces parece ininteligible pasamos a canciones que se cantan, todo lo demás parece una masa informe de sonidos, gritos, ruido, saltos, espasmos en el suelo, cortes, cortes, cortes. Basado en las grabaciones que durante toda su vida ha ido haciendo Omar, el documental es un poco como la propia música que uno aventura a adivinar que hacen estas dos o tres bandas o cuatro de las que se habla. No parece haber una continuidad pero hay una idea. Al final, si de lo que se trataba es de que los dos cabezas se expliquen y se afirmen como motores creativos con unas vidas complejas que les han marcado en sus carreras musicales, el objetivo está cumplido. Si de lo que se trataba es de que eltoni diga 'voy a ponerme el primer disco de The Mars Volta', pues fail.
lunes, 19 de mayo de 2025
Elecciones en Portugal. Desde el desconocimiento.
Hacer un análisis sobre las recientísimas elecciones en Portugal requiere unos conocimientos y unas virtudes que no poseo. Ya está dicho. Hablaré, eso sí, desde el desconocimiento. El desconocimiento me hace creer que, por ejemplo, cuando visitamos Portugal en verano la vemos forrada de carteles de la Festa do Avante. La fiesta del Partido Comunista de Portugal, digamos eje vertebrador de la CDU. Podríamos pensar, viendo todos los carteles que anuncian esta fiesta en septiembre, que medio Portugal debe ser comunista. Y sin embargo, en las elecciones del pasado domingo vemos cómo la CDU ha sacado un 2,5% de los votos. Desconozco el motivo. Desconozco también porqué hay tres candidaturas que comparten un espacio a la izquierda del Partido Socialista. Reconozco a la perfección las diferencias supongo que absolutamente absolutas, diametrales, totales, entre la candidatura de Livre (ecologista de izquierdas), CDU (Comunistas y ecologistas) y Bloco (izquierda pongamos anticapitalista). Entre las tres no suman un 10%, cada una de ellas ha tenido un 2,7, un 2,5 y un 1,65% de los votos. Que´10... ni un 7,5% de los votos. Voy a ser sincero, desconozco el motivo por el cual la gente no vota en mayor número a alguna de esas tres candidaturas. No lo sé. Porque se supone que cada segmento está representado, cada espacio tiene su lugar, cada referencia su motivo. Y no sé porqué les va mal. Supongo que si todos fueran juntos habría gente decepcionada porque su sentir se viera diluido y sería peor. Peor aún. Sea como sea, el Partido socialista ha cosechado su peor resultado electoral. Desconozco si ha sido el peor en años, peor en últimos tiempos, o peor de toda la vida. El caso es que la izquierda en Portugal se convierte desde este domingo en algo que ya no está. Yo ya no me atrevo a pedir ni reclamar ni a nada, porque no sé, no tengo los resortes necesarios. Así que bueno, que tengáis un buen día.
miércoles, 14 de mayo de 2025
Todos somos Pepe Mújica
En la muerte de Pepe Mújica se pueden decir muchas cosas y muchas de esas cosas ya se han dicho, se han dicho tantas cosas y todas tan bellas que yo no me siento capaz de empatar de ninguna manera todo ese caudal de emoción tan sentida que, personas que serían capaces de sacarte los ojos con una cucharilla de café, personas que siguen exactamente el credo contrario del que propugnó el Pepe Mújica (si es que el uruguayo hizo doctrina de algo que no fuera un poco de sentido común) le agradecen el ejemplo y se emplazan a seguir su camino, en definitiva, todos somos Pepe Mújica y da igual como seamos. El riesgo de convertir a Pepe Mújica en referente de taza de café, de 'las mejores frases de Pepe Mújica', ya hace tiempo que no es riesgo, que es una realidad. Durante años nos hemos ido compartiendo vídeos de Mújica en los que el viejo expresidente hablaba de la vida y de muchas más cosas con aquella misma devoción con los que los espiritualistas new age se comparten mantras, música para relajarse, el ruido del chorrito del agua cayendo. Hoy mismo, en el día después de su deceso, la Televisió catalana ha dedicado unos segundos a frases célebres. Frases que naturalmente eran blancas, inocuas, de contenido casi de autoayuda, sin colmillo. Frases obtenidas en alguna de las muchas entrevistas que dio el expresidente en su pequeño ranchito uruguayo, a periodistas que iban en peregrinación a escuchar y sobre todo ser vistos escuchando. Estar con Mújica era ya ser un poco Mújica. Hoy recordamos al ex guerrillero que hizo un cambio y evolucionó hasta ser el impulsor de un artefacto político por el cual se encontraban respuesta a las diferencias interminables entre familias políticas de asesinas querellas internas y consiguió lo impensable, que era alcanzar la presidencia de Uruguay imponiéndose a los blancos y colorados. Un ejemplo que de diversas maneras se siguieron en otros países con otros personajes con otros acentos, pero Pepe Mújica abrió un camino. Y lo hizo sin ser ese líder de liderazgo carismático y brillante e impetuoso y arrollador e incontestable, sino con una suerte de venerable sencillez que le daba la vuelta al líder izquierdista que aquí lo que hace falta es lucha y camisetas guapas y revolucionarios y vamos a ir y vais. Pepe Mújica ya había ido y había estado en la cárcel muchos años. Estar en la cárcel de estar en la cárcel, en una dictadura. Si no han visto La noche de 12 años, véanla, con Antonio de la Torre haciendo de Pepe y comprenderán qué significa. Y qué significa el cambio, qué significa entender a la gente, comprender cómo es la gente, tu gente, su vida, las cosas. No es fácil. No es nada sencillo bajarte de la nube. Dos cosas llevamos ya que son importantes, construir el instrumento para llegar al poder porque somos más si nos organizamos bien y entender un poco a la gente, no imponerle nuestros rollos, qué difícil. Así, una izquierda que quería dejar atrás la camiseta del Ché, el modelo cubano sin renunciar a Cuba, el insurreccionalismo, la inmediatez, la calenturez y todo eso, halló en ese Uruguay lejano, un modelo. Tan fuerte fue el impacto que de repente se convirtió en anatema, unánime, hablar mal del Pepe Mújica. Que no hay ningún motivo para hacerlo. Pero todos somos Pepe Mújica habría que darle una vuelta porque no todos somos Pepe Mújica y no todos lo estamos demostrando. Me vengo a referir.
martes, 13 de mayo de 2025
El Eternauta - Bruno Stagnaro
Últimamente me he aficionado a los reels de instagram en el que aparecen cortes de programas de fútbol argentinos en los que leyendas de los años setenta, ochenta y noventa, explican anécdotas más o menos graciosas sobre sus carreras. El protagonista casi absoluto es Ruggieri, que fue central del Madrid y campeón del Mundo en el 86, pero también aparecen Basile, Caniggia, Valdanito Crespo, grabaciones de Bilardo, etc. Se escuchan y se mueren de risa a veces con situaciones grotescas, otras que son simplemente lances del juego, es hipnótico. Esas mismas anécdotas, en una conversación entre futbolistas o entrenadores españoles, no tiene ni la mitad de gracia. Viendo esta serie, esta primera temporada de El Eternauta, uno tiene la sensación de que los argentinos, o al menos una parte de los argentinos, necesitan urgentemente recuperar el orgullo de ser argentinos. La llegada al poder de alguien tan grotesco como Milei y la aplicación de unas políticas salvajes debe ser un golpe duro para toda una generación de argentinos que creían que, aunque sus gobiernos fueran más o menos, habían superado el esperpento y el saqueo constante, que habían conseguido una democracia con avances progresistas. Esta serie creo que es una respuesta a ese golpe, a base de una producción de una gran calidad y con un mensaje que se remacha mucho, eso de que 'la solución a los problemas es colectiva'. El Eternauta se basa en un cómic de finales de los años cincuenta que tuvo diversas secuelas. Se da la circunstancia de que el guionista Héctor Germán Oesterheld fue una víctima de la dictadura argentina instaurada en 1976, la del general Videla. Víctima significa que se lo pelaron, que desapareció. Un detalle a tener muy en cuenta en tiempos en que el nuevo gobierno argentino 'discute' lo que parecía ya superado y aceptado respecto a la dictadura. Así pues, nos encontramos con una adaptación de un cómic a los tiempos actuales y la verdad es que la serie te atrapa desde el principio, bien sea por el factor hipnótico de lo argentino, por la presencia de un Ricardo Darín que aunque salga haciendo anuncios sin hablar está bien y es interesante y no sé qué tiene que yo que sé, y porque la historia tiene muchas aristas y muchos ángulos. Ángulos en los que queremos ver la crítica a las dictaduras aunque en esta primera temporada la referencia no es demasiado explícita, al valor que tiene la colaboración entre todos y todas para salir de situaciones difíciles, las secuelas de las guerras, las consecuencias de la alienación, entre otras que uno ha intentado entender. Insistiré en que la serie está muy bien hecha, la serie, la producción, es absolutamente competente y en ningún momento el pensamiento 'esto va a ser una cutrada' se acerca a nuestra pervertida mente por lo que todo lo que no sea anglosajón es peor. Pues no, esta serie, orgullosamente argentina, en la que el argentinismo es el plasma en el que se mueve todo, desde los juegos de cartas, a la música que suena siempre rock nacional, a las comidas, a los giros idiomáticos para nada suavizados, y cada vez más explícitamente orgullosamente argentina a medida que avanza la misma serie, demuestra que con medios y talento, las cosas se pueden hacer estupendamente. A la espera de una segunda temporada en la que se aclaren los misterios que nos llevan a presenciar lo que parece un desastre ecológico y luego resulta ser otra cosa, lo que nos queda claro es que en este caso es evidente que el medio es el mensaje.
lunes, 12 de mayo de 2025
El Caso Waldheim - Ruth Beckermann
Tenía este documental guardado para ver y finalmente, eso. ¿Os acordáis de Kurt Waldheim? Hace años, algunos años, todos teníamos en la cabeza a Kurt Waldheim. Iba a presentarse a la presidencia de Austria y resulta ser que le sacaron fotos con el uniforme nazi y se montó una buena. ¿Cómo fue de buena la que se montó? Seguramente no te acordarás de cómo acabó, pero en el documental nos cuentan cómo este buen señor, que había llegado a ser nada más y nada menos que secretario general de las Naciones Unidas y una suerte de ejemplo de paz y concordia de los pueblos, superó la polémica por su pasado nazi y fue presidente de Austria durante un mandato y chimpum. Es decir, se montó una buena, pero no suficientemente buena como para que el pueblo austriaco considerara que haber sido un nazi fuera motivo suficiente como para que no pudiera ser su presidente. Porque a ver, quién no... El documental está contado desde la perspectiva, sobre todo, de quienes en aquel tiempo protagonizaron la campaña que pretendía, desde Austria, pero también desde los Estados Unidos y principalmente desde el Congreso Mundial Judío, llamar la atención sobre el pasado nazi, sobre su participación en las deportaciones de judíos, sobre cómo revisamos nuestra memoria y sobre qué queda en nosotros de ese pasado. Viendo el documental nos preguntamos o mejor dicho, encontramos respuesta a algunas preguntas que nos hacemos ahora sobre el ascenso de la extrema derecha. Viendo el documental nos preguntamos, ahora sí, si lo que estamos viviendo es un ascenso o es una visibilización e algo que había estado oculto. Porque lo que vemos es cómo ese pasado oculto, ese pasado ignominioso, cruel, bestial, brutal, fue ocultado pero no olvidado, fue justificado y utilizado pero no se pagaron ni se pasaron todas las cuentas, no se desnazificó, no se desfasticizó, sino que se reconvirtió todo aquello en otra cosa que, llegado el caso, rascando un poco, sale de nuevo a la superficie. Las justificaciones de Waldheim, pero sobre todo los argumentos de sus partidarios dentro del Partido Popular austriaco, la gente de la calle, son espeluznantes. Porque todo eso que ahí nos parece bárbaro, en realidad hoy en día estamos viendo que es 'mainstream', que hay partidos que incluso en Alemania discuten que ese pasado 'democrático' con el que se enterraron otros pasados menos nobles, sea ya el pasado que hay que reivindicar o del que pedir perdón. Uno sigue el documental desde la desmemoria del que no recuerda qué pasó finalmente, y cree recordar que Waldheim finalmente no llegó a presidente, pero no es así. Fue presidente. Eso pasó a mediados de los ochenta, cuando eso de la extrema derecha era solo una cosa grupuscular. Y entonces ya pasó esto. Estaban ahí ya. Dentro. Ahora ya no tienen necesidad de camuflar o de ocultar. Llama la atención que uno de los argumentos que se utilizan para encontrar explicación por la campaña contra Waldheim fuera que, como secretario general de las Naciones Unidas, dio voz a los palestinos y que durante su mandato se aprobaran resoluciones condenando el sionismo. El famoso discurso de Arafat del fusil y la rama de olivo. Y que esa campaña fue una venganza conta Waldheim por parte del Congreso Mundial Judío. Escuchen las opiniones luego en las calles de Viena contra los judíos y luego armen ese discurso otra vez. No se habían ido nunca.
viernes, 9 de mayo de 2025
Crónica del #PleGramenet de abril. Basura.
Pongo esta foto porque poniendo en google Garbage Man acaba saliendo William Shatner y mira, me ha hecho gracia. Vayamos al grano porque no vamos a demorarnos mucho en este pleno porque en este pleno la posición amenazante de William Shatner al final va a tener algo de sentido ya que se dio una circunstancia que no se daba en el pleno desde hace tiempo y es que alguien de la sociedad civil colomense apareciese en el pleno y le diera por todas partes a Vox en el pleno. En el pleno. Vox llevó al pleno una moción de 19 páginas presentada como un plan de choque para solucionar los problemas del barrio de Safaretjos. 19 páginas en una moción es prácticamente un programa político completo que podríamos resumir en un 'no hay una policía aquí o qué'. 19 páginas para proponer patrullas vecinales. 19 páginas para militarizar un barrio ante la estupefacción de los representantes vecinales que se plantaron allí y desmintieron punto por punto todas las afirmaciones que Vox había lanzado de manera martilleante. Toni Marzo, presidente de la Associació de Veïns de Safaretjos hizo lo que habitualmente no suele hacerse, que es ir allí, ponerte delante de Vox y decirles 'mire, esto que dice usted no es verdad'. Y oye, mano de santo, fue decirle al concejal juvenil de Vox que eso no era lo que decían y el concejal joven de Vox se quedó más suave que un guante. La somanta de verdades fue tan apabullante, la desautorización tan palmaria, que ya no pudo levantar cabeza durante el resto del pleno, de tal manera que incluso en una de las tomas de posición con otra moción llegó a decir que simplemente votaban a favor. Simplemente. Sin capacidad para seguir soltando su bazofia en forma de bulos racistas. Ahí se quedó y ahí debería quedarse. Ahí debería quedarse sin aire para respirar, pero claro. Este pleno lo protagonizó sin duda el presidente de la Associació de Veïns de Safaretjos, pero si alguien decidió que este pleno era su pleno, fue Dimas Gragera. El teniente de Alcaldesa agarró el micro en una, dos o tres ocasiones para soltar unas chapas realmente magníficas sobre temas varios pero, mi humilde opinión, es que se excedió sobre todo en una de ellas, la de los autónomos, en la que dio una excesiva coba a Vox y no le toca. Entendiendo que el concejal Dimas Gragera ya tiene todo su trabajo hecho y que a él qué le cuentas, su exceso de retórica para considerar que patatín y patatán y las propuestas y lo que se puede hacer, lo que se está haciendo y lo que se hará, y que yo te entiendo pero es que mira, es que tal y es que pascual y es que, y entonces, y le dije, y se me puso, y entonces, pero claro, fíjate tú, la vida, el año pasado en Marienbad, tengo yo uno igual pero en marrón, se me ha perdido y no lo encuentro, te llamo y me cuentas, has escrito mal el mail y por eso no te llega, es que estamos en mayo y te crees que ya y es que se te está haciendo largo el invierno, cogerás todo eso tú solo, entonces la alcadesa nueva qué tal. Una cosa mareante que no tenía más sentido que el de demostrar que no se enteraba de la película y que no había que darle, en ese día, más árnica al de Vox. Cera y solo cera. Porque también le dio cera el ínclito portavoz del PP, el señor Jurado, que utilizó un recurso retórico que me encanta y es el de la repetición para justificar su sumarse a una moción por el día de Europa y claro, si alguien me dice que si nosequé, yo estaré con nosequé, todo perfecto. Impecable. El PP socialdemócrata de los plenos municipales, que saca la cara por las condiciones de trabajo de las trabajadoras del SAD, que le pinta la cara a Vox, se transmuta luego en los boletines que saca, en las cartas que envía, donde saca a pasear su lado duro. Saben muy bien dónde. Lo que me cuadra menos es ese interés del PSC local en hacer aparecer en todas las fotos y en todos los acuerdos al Pp local. El PP socialista pareciera que es una trampa, pero el PSC local no parece percibir que tanto mirar a la derecha a lo mejor no. Y que debería mirar más a su izquierda. Quizás. Pero eso quizás sería materia de otro debate. Que ya hemos tenido por aquí y por otros lados y que parece irresoluble por el momento. Eso de la izquierda local. Para terminar este apresurado relato del pleno, apuntar que las preguntas y precs tienen ya una entidad similar a las de las mociones. Los puntos normales digamos que pasan sin pena ni gloria y que la artillería se reserva sin duda para mociones y para ruegos y preguntas donde apareció el tema de la tasa de residuos, una tasa que todo el mundo apoyó en su momento y que ahora vienen los llantos y los lloros, pero el principal llanto y lloro debería ser que aplicar una tasa que es finalista, que es para que hagas algo y no hacerlo, pues entonces la tasa se convierte en un arma arrojadiza, en un instrumento para que te digan estáis friéndonos a impuestos, malditos burócratas de Washington. Y eso. Que la tasa es para hacer cosas. Y que esto funcione mejor. Si no, pues mal. Venga, buenas tardes.
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